COMO ENFRENTAR LAS ¡PATALETAS!
Primero es importante aprender a:
Reconocer una verdadera pataleta
Aunque sus características varían conforme a la personalidad de los infantes, por lo general las pataletas incluyen llanto, gritos, tirarse o revolcarse en el piso, azotar puertas y lanzar objetos. “Esto no debe confundirse con hechos en donde los niños se lastimen a sí mismos o a otras personas, donde se encuentren permanentemente tristes, tengan problemas para conciliar el sueño, padezcan de pesadillas recurrentes, se quejen de dolores físicos. En cualquiera de estos casos es necesario buscar ayuda especializada de inmediato”
Así las cosas, cualquier exceso o déficit en las pautas de crianza, entendidas como los deberes y derechos del niño, con relación a su desarrollo y formación, pueden hacer que una rabieta normal tenga un efecto ‘bola de nieve’, y se transforme en un comportamiento de irritación permanente e incontrolable. Por esto la importancia de establecer normas y límites: dos ingredientes fundamentales en el amor responsable.
ALGUNOS TIPS:
1. Mantenerse firmes
Claro que resulta mucho más fácil decirlo que hacerlo, ayuda a dejarle claro que su rabieta no le llevará a conseguir lo que quiere. Límites Mantener la calma no significa ceder a los deseos del niño. Si cedo, no voy a fortalecer su resistencia ni enseñarle a lidiar con su frustración", explica Santos. Es decir, hay que decir no cuando es necesario y aceptar su frustración
Los niños están poniendo a prueba su poder y sus opciones, y si los padres no mantienen los límites que establecen, continuará este comportamiento. Hace falta imponer límites, dice, porque ciertas cosas como por ejemplo el cinturón de seguridad o apagar la TV no son negociables.
Nota: El niño se dará cuenta de que, colabore o no, se le colocará el cinturón.
2. Explicaciones cortas
Si se intenta explicar a un niño inmerso en un verdadero ataque de enfado por qué es injusta su reacción, lo más probable es que él siga tirado en el suelo llorando y pataleando sin cesar.
La razón es que en esos momentos lo único que escucha es su propio llanto, por lo que es difícil hacernos entender en esas circunstancias. Frases como «no hay dulces porque acabas de comer» o «si no duermes, mañana estarás cansado para jugar» dichas cuando se va a iniciar la rabieta pueden servir para evitar su enfado, anticipar la consecuencia. Donde probablemente no estará tan alterado y será más fácil disuadirlo.
3. No responder con enfado
Responder con una rabieta es una forma de fomentarlas: les estaremos dando la mejor de las excusas para iniciar un pequeño número de enfado en cualquier momento, ya que para los niños sus padres son sus modelos de referencia y les encanta imita todo lo que hacemos. También es importante no permanecer enfadados con él eternamente. Pasados unos minutos, ya no sabrá por qué papá y mamá fruncen el ceño. Su pataleta ya pasó, y tal vez ni siquiera se acuerda de ella.
4. No prestarse al juego
La mejor forma de luchar contra las rabietas es procurar que no aparezcan. Y para ello conviene anticiparse a posibles problemas. Por ejemplo: uno de los lugares donde suelen darse más rabietas es el supermercado, centro comercial, así que hay que ir prevenidos. Es bueno dejar todo claro antes de entrar: anticiparle que solo se va a comprar leche, pan y huevos, y nada más. Después, una vez dentro, podemos dejar que él participe en la compra cogiendo las cosas que se van a comprar (las más pequeñas, claro) y metiéndolas en la cesta. De esa forma estará distraído y se sentirá útil, lo que evitará otras tentaciones.
5. Elegir entre dos opciones
La mayoría de las veces su enfado vendrá ocasionado por querer algo que no puede tener. De ahí que ayude mucho a evitarlo el dejarle elegir solo entre dos opciones. Si se le pregunta « ¿qué quieres de postre?», el abanico de opciones que se abre ante el pequeño es infinito, y no siempre al gusto de los adultos. Sin embargo, si se le da elegir únicamente entre dos opciones, ambas válidas, es más que probable que todo siga en calma. Preguntando « ¿quieres un plátano o prefieres un yogur?», se le cierran las opciones posibles sin que él se dé cuenta. Y no tendremos que decirle «no»
Nota: porque así estamos permitiendo su proceso autónomo en decisión, pero guiado y con control
6. Intentar que escuche
Una vez que la rabieta ya ha comenzado, el pequeño parece fuera de sí. Para calmarlo y hacerle entender que no puede ser, solo hay una opción: intentar conseguir que salga de ese estado y hacer que nos escuche. Para ello, papá o mamá pueden arrodillarse frente a él, cogerlo por los hombros con firmeza y mirarlo hasta que él fije sus ojos en los del adulto. Entonces será el momento de hablarle con calma.
7. En vez de un no, dos síes
Muchas veces las rabietas son muestras de rebeldía. Por eso es frecuente que cada vez que se le diga que no haga algo, él intente hacerlo. Pero si tras un «no» vienen dos «síes», la cosa cambia. Se le está prohibiendo una cosa, pero permitiendo otras dos. Así, si después de decirle que no puede pintar en la pared se le explica que sí puede pintar en la cartulina o jugar en el parque, es posible que su rebeldía se aplaque.
8. Cambiar de escenario
En ocasiones, ni ellos mismos sabrán cómo terminar con su propia pataleta. Es beneficioso cambiar de lugar: salir con ellos en brazos del espacio en el que se encuentran e ir a otro más abierto. A la vez el paseo puede distraer su atención y hacer que se centre en otra cosa.
9. Así no se habla
Hay que advertirle de que solo le escucharemos cuando hable en un tono normal, sin gritos ni llantos, porque de otra forma es imposible entenderle. Es una buena técnica explicarle que cuando llora así nadie puede escucharle, por lo que no sabemos lo que quiere.
10. Dejar que se calme solo
Los niños también tienen derecho a desahogarse, por lo que a veces es incluso positivo que pasen por una rabieta. Cuando está inmerso en un ataque de furia, se le puede decir: «Pues sí que estás enfadado, avísame cuando se te pase», y acto seguido alejarse un poco de él, esto cuando sucede en casa y cuando esta público igual solo que nos alejamos pero sin perderlo de vista. Será consciente de que nos preocupamos por lo que le pasa y de que no conseguirá nada poniéndose así.
Referencia: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45560294